Vivir la espiritualidad desde lo interno

La mayoría se empeña en solo esperar recibir por osmosis los dones, la iluminación y el amor desde fuera. Si es vivido desde lo externo y cuando la vida les mueve a evolucionar, insisten en el apego a lo que está afuera de sí mismos, el rito o el asiento del templo.

Hay que entender que vivir desde lo espiritual va más allá de la forma , debemos soltar el apego a la figura del rito, grupo, iglesia, templo, dogma, o como se llame ,( que no es estar en contra, del templo, ni los ritos ) e ir más allá de la mera cáscara de sentir que así cumplen con la vida espiritual, para seguir el camino interno, enseñado por el Mesías. La Fe conlleva intención y acción.
Las intenciones se diluyen, si no van unidas a la acción.

Vivir desde lo espiritual es escuchar la voz del alma, presencia del Uno o de Yo Soy en el corazón, para cultivar el jardín interior.
Pasando esa prueba de desapego y eliminación de creencias mentales que se repiten sin cuestionamientos nos abriremos a la sabiduría, para seguir al Cristo interno por la espiral ascendente de la evolución.

Los obstáculos son las creencias repetitivas e incuestionables , que son firmes, porque nos las enseñaron personas que nos querían e inconscientemente sentimos que al cambiarlas les traicionamos. Y la primera lealtad que aprendimos es a Mamá, que hizo lo mejor que pudo, repitiendo de sus ancestros: santa, buena, mala, sobreprotectora o manipuladora y abusiva : es lo que precisa nuestra alma para hacer aprendizaje.

La única y verdadera lealtad es a nuestra alma, a Yo Soy. Donde reside la verdad de cada ser. Lealtad que muchas veces obnubila el entendimiento, y a veces esa madre tóxica, o padre autoritario y abusivo, es lo que necesitamos para aprender a perdonar, a amarnos y emprender el vuelo.

Ser fiel a sí mismos es la tarea de la vida. Cerrando ciclos, dejando atrás relaciones tormentosas, vínculos tóxicos, apegos llámese amistades que vampirizan, ritos, culpas, resentimiento, que nos impiden crecer.

Cuando cerramos ciclos o etapas, saliendo del estancamiento, con empuje y decisión, porque el alma nos impele al cambio, la vida se abre a darnos nuevas y maravillosas oportunidades, abriéndose nuevos ciclos.

Ser fiel a sí mismos, es un proceso doloroso pero grandioso para la evolución.
Seguir la intuición, es seguir la voz del alma y si la queremos escuchar, es pura y diáfana. Es la voz interior, que proviene del corazón.
Por su frutos reconocerán el árbol, señalo el Mesías.