EL Planeta es el cuerpo físico de un espíritu planetario. Es un logos planetario o inteligencia logoica, que es capaz de albergar seres que evolucionan con ella. Sus movimientos y procesos son deliberados, no actúa al azar, por el contrario, está en sincronía con el plan de vida de cada uno de los hijos que alberga con amor.
Al igual que los seres humanos esta pasando por un proceso de ajuste y transmutación. Somos una malla energética expandida por todo el planeta y depende de cada uno aportar con su energía amorosa o la ausencia de ella, para lograr un nuevo nivel de energía, que colabore con la masa crítica que precisa el cambio y elevación de la tierra y su preciosa carga, a una nueva forma de existencia.
Para lograr esa transmutación, hay que centrarse en el propio corazón, en ese pulso perfecto que es el pulso de la divinidad, que susurra a través de la voz interna.
Esa voz les alienta a elevarse por sobre las dificultades, para otorgarles fuerza, coraje y amor. Son las experiencias que requieren para avanzar en su evolución.
En el corazón está todo lo que precisan para afianzarse en el Amor.
Invoquen la Ley del Perdón y la llama Violeta para transmutar toda condición inarmónica en su vidas, soltando todo lastre y así la consciencia se expandirá ante ustedes, contactándoles con su verdadera esencia y el amor a sí mismos.
Fuente de fortaleza, limpia y genera consciencia sacando de la rigidez. Amplia el espacio del corazón y transforma la perspectiva y puntos de vista de las creencias propias, como culpa desmerecimiento y creencias ajenas a su verdadera esencia.
Importante es realizar también no sólo la higiene física, si no la higiene emocional y mental a través del aquietamiento y serenidad. No sé aúnen a presagios funestos. No hay azar, todo ocurre de manera perfecta. El Uno todo amor urde la trama de cada vida con la colaboración de la jerarquía de luz, que la compone también la evolución Angélica, evolución Elemental que regula procesos de la naturaleza y nuestro amado planeta azul.
Habitar en el amor de Dios les libera del miedo, y todo desequilibrio emocional.
Elixires de Gemas del Glaciar:
- Miedo apocalíptico. Miedo el fin del mundo, a morir y a perder los parientes. Trabaja el sentimiento que hay un orden divino.
- Terror y pánico: Para todo tipo de miedo consciente y conocido.
- Miedo kármico: Transmutación de miedos desconocidos e inconscientes.
